A pesar de la baja tasa de sindicalización y una legislación hecha para evitar huelgas, Chile es un país que tiene uno de los índices más altos de conflictividad laboral en el mundo. Así lo demostró el Informe de Huelgas Laborales realizado por la Universidad Alberto Hurtado.
Para Francisca Gutiérrez, profesora del departamento de gestión y negocios y directora del observatorio del huelgas laborales de la UAH, la eliminación del reemplazo de la huelga, producto de la reforma laboral, implicó, en términos estadísticos, una disminución de la conflictividad. Sin embargo, los efectos estructurales no pueden medirse en un año. Asegura que hay que esperar por lo menos otros dos para hacer un mejor análisis.
Sin embargo, sí hay datos que asombran. La experta asegura que la novedad de este este informe es el análisis comparado que se hizo. Contrariamente a lo que se esperaba, sostuvo, que la investigación los sorprendió. A pesar de que Chile es un país con baja tasa de sindicalización y huelgas reguladas, la conflictividad no disminuye. La comparación se hizo entre 28 países de ingreso medio alto de la Ocde y otros, como Finlandia, Estados Unidos, Suecia, Noruega, Argentina, por mencionar a algunos. En ese ranking Chile ocupó el quinto lugar en conflictividad laboral. Es decir, en esos países hay un derecho a huelga claramente establecido y es mucho más amplio, y en donde no se hacen las distinciones que hacemos acá. Y pese a esta realidad la conflictividad laboral es menor. Francisca Gutiérrez opina que en su investigación se demostró que el derecho a huelga estadísticamente no está relacionado con mayor conflictividad laboral. En otras palabras, la experiencia comparada desmiente el mito por décadas instalado en Chile respecto a que las huelgas son lo peor que lo podría pasar a la economía de nuestro país. ¡Sus reflexiones véalas en este video!