La automatización, digitalización, sostenibilidad, diversidad, procesos remotos e híbridos. Estas son algunas de las transformaciones que se vienen dando en el mercado laboral, a la luz de los retos impuestos por la revolución tecnológica, los movimientos de equidad y de conciencia ecológica, y crisis como la del coronavirus, que imponen nuevos desafíos tanto para las organizaciones como para los trabajadores.
Según un relevamiento de una importante consultora internacional, en Latinoamérica un 56% del personal espera espacios de actualización en su lugar de trabajo, y que se le proporcionen conocimientos adecuados para desarrollarse. Esto no es menor si se considera que, como advierte el reporte, se estima que uno de cada cinco puestos de trabajo desaparecerá en el futuro cercano, producto del rediseño de roles.
En este contexto, entonces, cobran especial relevancia dos tendencias de aprendizaje continuo en las organizaciones: Upskilling y Reskilling. El Upskilling o “perfeccionamiento” consiste en la adquisición de todas aquellas competencias específicas que pueden ayudar a los colaboradores a desempeñarse mejor en su rol. Por su parte el Reskilling o la “recapacitación”: tomar conciencia de que, la receta para el éxito que se había implementado hasta el momento, necesita de nuevos ingredientes. Aunque en ocasiones se utilizan indistintamente, el Upskilling y el Reskilling no son lo mismo.
Así lo expone Federico Gelblung, customer success team de Visma Latam, expertos en soluciones para recursos humanos, con oficinas en Chile, “El Reskilling es la capacitación de un profesional para que desarrolle una tarea para la cual posee competencias blandas, pero no técnicas. Tendrá, entonces, que aprender habilidades hard para desarrollar su nuevo puesto. Por el contrario, el Upskilling implica reforzar las competencias soft, para adquirir mayores y más altas responsabilidades. Es decir, en este último caso, el profesional ya dispone de las competencias técnicas”.
En este sentido, el experto en RH señala beneficios del Upskilling y el Reskilling, tanto para los colaboradores como para las organizaciones:
- Ampliar las oportunidades de crecimiento. Al promover espacios de aprendizaje que redundan en su desarrollo profesional, los trabajadores saben que la compañía se preocupa por ellos, impactando positivamente en su nivel de satisfacción laboral.
- Mejorar la competitividad de la empresa. Empleados felices, trabajan mejor. Al estar más satisfechos, los colaboradores tienen un mayor desempeño, se logran mejores resultados y, en consecuencia, crece la rentabilidad de la organización.
- Retención del talento. Al contar con oportunidades reales de mejora y, como resultado de ello, de crecimiento salarial, los colaboradores son menos propensos a irse.
- Sostenibilidad de la empresa. Las acciones de Upskilling y Reskilling se convierten en una garantía de futuro para la organización, amplificando su capacidad de adaptación en un escenario cambiante.