El metaverso, aquel mundo donde la realidad física y la virtualidad se fusionan, es el futuro prometido por Mark Zuckerberg. El CEO de Facebook acaba de rebautizar a este veterano de las redes sociales como Meta. Esto en un afán de profundizar su propuesta en relación al entorno virtual como algo más que una diversión: como una forma de vida. Y esta promesa de una nueva vida digital incluye un factor muy importante, el mundo del trabajo.
Hasta hace poco el metaverso era sinónimo de videojuegos, ahora el magnate tecnológico lo presenta como una nueva forma de desarrollar los distintos ámbitos que componen la vida. Si bien Zuckerberg busca que su propuesta se extienda tanto al mundo de la entretención, consumo, relaciones interpersonales y trabajo, esta última es la primera parada. A partir del mundo laboral es que se plantea conseguir los primeros seguidores del metaverso y que, de alguna manera, comiencen a mostrar a la población sus utilidades. “Para que la realidad virtual alcance un potencial adecuado, tenemos que llegar al punto en que los 200 millones de personas que cada año compran ordenadores para trabajar puedan hacer al menos parte de sus tareas incluso mejor en el metaverso”, comentó el CEO.
Según lo declarado por Meta, esta tecnología dará al entorno virtual del metaverso una verosimilitud que nos hará sentir la comodidad de estar en un mundo paralelo. En ese sentido, la estrategia de centrarse en el mundo laboral va de la mano con la apuesta por la mezcla de realidad física y virtual. Por otro lado, la primera gran empresa tecnológica en adherirse a la propuesta de Zuckerberg fue Microsoft. Quien luego del renombramiento de Facebook, anunció la introducción de avatares personalizados para el uso de su herramienta virtual Teams. Siendo este el primer paso del magnate para liderar un nuevo metaverso laboral.
Este análisis fue realizado por Manuel G. Pacual, redactor de la sección de Tecnología del medio El País. Puedes leer la nota original aquí.