“Nos complace informar un récord histórico en servicios e ingresos récord en el trimestre finalizado en marzo para el iPhone a pesar del desafiante entorno macroeconómico, y que nuestra base instalada de dispositivos activos alcanzó un máximo histórico”, expresó Tim Cook, CEO de Apple, por los resultados financieros del segundo trimestre del año fiscal 2023 finalizado el 1 de abril de 2023.
Pero la felicidad de los directores y accionistas del gigante tecnológico al parecer no llega a beneficiar a los miles de trabajadores de la compañía en el mundo.
Una noticia publicada en el medio internacional Business Insider advierte que Apple ha visto desde este verano cómo aparecían los primeros sindicatos en sus tiendas en EEUU. No es la primera vez que lidia con ellos: en la vieja Europa el fabricante del iPhone ya tenía normalizada la presencia de organizaciones sindicales en sus establecimientos.
Pero la oleada de sindicalismo que atraviesa al sector tecnológico, especialmente en EEUU, ha copado titulares en los últimos meses. Las votaciones para formar sindicatos en almacenes de Amazon primero, y el mismo procedimiento en las tiendas de Apple después, ha llevado a diversos expertos a hablar de un fenómeno que ya cuenta con sus propios líderes.
La aparición de trabajadores organizados se da además en una encrucijada: el frágil escenario económico —que se está constatando en los resultados financieros de compañías como Google o Meta en este tercer trimestre— desatan el temor a oleadas de despidos, que algunos ya consideran inevitables.
El nuevo sindicalismo estadounidense, afirma el medio internacional, se coordina con sindicatos en Australia, Reino Unido, Japón, Francia y España: “La avaricia de Apple no tiene fronteras”, afirmó.
Así, Apple Together, iniciativa que nació como una serie de demandas sobre teletrabajo, se ha transformado en una red de solidaridad global para trabajadores.