Claudio Fuchs. Socio director, Fuchs Consultores S.A., ingeniero comercial, M. Sc. Universidad Cornell (USA), académico U. de Chile, UAI y Usach.
En el contexto de globalización, alta competitividad y presión por ser eficientes, el outsourcing o subcontratación está siendo una de las principales estrategias y herramientas de gestión. ¿Nos estaremos acercando a las predicciones de Charles Handy y su “trébol” en la composición y naturaleza del trabajo en las sociedades modernas?.
Sólo un cuarto del empleo será de tiempo completo, personal de planta y/o contrata anual, y el resto trabajará a tiempo parcial, por horas, jornadas reducidas y/o externalizadamente, subcontratado o tercializado en forma temporal y por proyectos. No es sólo una modalidad de empleo, sino también de realización de muchas actividades que permiten que las empresas se especialicen y concentren sus recursos y procesos en su “core business”; delegando en otras y otros los servicios y funciones completas, dejando que, a su vez, éstas se especialicen.
Subcontratación no es sólo un tema de reducción de personal y de costos. Se está llegando muy lejos a subcontratar no sólo procesos completos, piezas o partes, sino a funciones y servicios complejos como: call centers, laboratorios, finanzas, hasta alta tecnología e investigación y desarrollo, incluso cruzando barreras geográficas. Sus diversas modalidades: in-house, off-site, co-sourcing, out-tasking (según dónde y cómo se contrata), requieren un creciente grado de interrelación y coordinación con la empresa madre o contratante, ya que su éxito depende en gran medida de ello y pasa por una gestión de sus recursos, especialmente los humanos. Cuando se subcontrata desde “personal temporal” hasta funciones completas, se debe cuidar y coordinar entre contratante y contratado: la búsqueda y dotación de talento, la capacitación y desarrollo de competencias, el ambiente y las condiciones de trabajo, las recompensas y beneficios, y, quizás lo más importante: los valores, normas y conductas, integradas en patrones culturales que permitan el desarrollo armónico, coherente y efectivo del negocio. Desarrollar una propuesta de valor común, políticas y prácticas comunes y alinear a la gente con la estrategia empresarial es la nueva misión.
La gestión de RH tiene un gran desafío. Requiere desarrollar políticas y prácticas, no sólo orientadas al “core business” y el trabajador de planta, sino a la articulación y gestión de la red completa. Es decir, coordinarse e integrarse con la gestión de los subcontratistas.
Producción RH Management.
Publicado en revista RH Management, enero 2006.
