Antofagasta, la perla del norte, fue el lugar que reunió a expertos en salud laboral, equidad de género, ESG e innovación con ejecutivos de la minería, la logística y la energía, todos ligados a temas de diversidad, personas o sostenibilidad. Cerca de 100 personas se dieron cita en el salón de las Ruinas del Huanchaca para participar del seminario Impacto 360 organizado por la consultora Global Business y auspiciado por Workmed.
El doctor Max Dollmann, fundador y socio de Workmed, afirma que el enfoque de género es fundamental para alcanzar una salud laboral integral y que impacte positivamente en la productividad de las empresas. Asimismo, Raúl Zilleruelo, gerente general corporativo de Workmed, sostiene que la evidencia demuestra que la inclusión de las mujeres en puestos de trabajo, y sobre todo, en la alta dirección repercute considerablemente en el PIB de un país y en las utilidades de una empresa, por lo tanto su inclusión es una tarea urgente que deben acometer todas las compañías.
Ambos ejecutivos de Workmed coinciden en que el Seminario Impacto 360 fue una muestra del botón de lo que pueden hacer las mujeres y a la vez se constató los desafíos que aún quedan por delante.
Constanza Prats, directora de Global Business, consultora con enfoque de género, y los organizadores del seminario Impacto 360, manifiesta estar muy contenta con el resultado del seminario “porque pudimos tener una mirada de las distintas industrias que tienen presencia en la región, como minería, logística, transporte y energía”.
Destaca todas las oportunidades que hay de desarrollo para las mujeres y de incorporarlas a sectores más masculinizados. En ese propósito opinó que el trabajo colaborativo es fundamental. “Siempre nuestros eventos tienen un foco de unir gobierno, sociedad civil y empresa, porque creo que el trabajo colaborativo hace que las cosas resulten”, enfatizó.
Respecto a los aprendizajes que dejó el seminario Impacto 360, la directora comentó falta mucho para lograr equidad de género e inclusión real de las mujeres en el trabajo. “Después de la pandemia retrocedimos muchos años en incorporación de mujeres, pero la mayor aprendizaje es que falta visibilización. Falta saber que hay oportunidades y que hay voluntades. De repente hay muchas acciones en conjunto de distintas entidades, pero mejor impulsar una entre todas. Eso yo creo que es lo más importante”.
Una de las autoridades presentes fue Paulina Larrondo, Seremi de la Mujer y Equidad de Género en la Región de Antofagasta. Subraya la importancia de la corresponsabilidad para superar las barreras de cuidado que enfrentan las mujeres. Abogando por medidas legislativas y el compromiso de las empresas, busca una distribución equitativa de roles familiares y laborales. Su llamado a la acción es claro: unir fuerzas para avanzar hacia una sociedad donde las mujeres prosperen en todos los ámbitos.
La ponencia más aplaudida de la mañana fue la de Mónica Retamal, directora ejecutiva de Fundación Kodea. Desde su mirada enfatiza la flexibilidad laboral como el pilar principal para avanzar en más equidad de género. Reconoce la mochila adicional que llevan las mujeres y cómo las políticas de flexibilidad permiten un crecimiento inclusivo. Las cuotas y la diversidad en los directorios son otro camino valioso hacia el cambio cultural. La evolución positiva en las mentalidades empresariales es evidente, pero aún queda terreno por recorrer.
Asimismo, Magaly Álvarez, directora de Global Business, señala que el evento dejó varios elementos en común. “Uno es la sostenibilidad, y no solamente abarca lo sustentable, sino que lo económico y lo social. Si eso no está alineado hoy en día no podemos hablar de sostenibilidad. Así que creo que ese es un punto importante. Y lo otro, es que la inclusión de más mujeres, no solamente en el rubro minero, sino en el rubro transporte, en el portuario, en energía, las energías renovables, también es una tendencia imparable”, recalca.
Magaly se detiene a reflexionar sobre el potencial de Chile a nivel mundial en energías renovables y el rol de las mujeres en ese espacio. Asegura que vamos a exportar energías renovables y se va requerir incorporación más y otras nuevas, que aun no sabemos bien en qué consistirán. “Se viene la revolución 4.0 del cual nos hablaba Cecilia Meléndez, gerenta de Impulsa 4.0, y de verdad que no sabemos qué profesiones vienen, pero sí sabemos que va a haber mucha gestión, mucho dato”. Y allí hay un lugar donde las mujeres tienen mucho que aportar, reflexiona.
Al respecto, plantea que en la actualidad la analítica es fundamental. “Creo que ahí nos tenemos que preparar como industrias. En el fondo es poder empezar a medir y ser eficientes, como lo dijo Francisca Muñoz de Microsoft en su charla. Hoy día la inteligencia artificial está haciendo que tengamos un impacto hídrico sobre las plantaciones y todo mucho más eficiente. Entonces te das cuenta que la incorporación de mujeres, más la tecnología, más lo que es la sostenibilidad, tiene que ir siempre de la mano”, sentencia.
Las voz de los gerentes
Por su parte, Sandra Fuentes Núñez, especialista de asuntos corporativos en Minera Spence BHP, reafirma la meta pública del 2025 de su compañía: llegar al 50% de contratación femenina en todas nuestras dotaciones. Es decir, BHP pretende incorporar mujeres desde los más altos cargos directivos hasta la operación misma. “Esa es una de las señales concretas que ha dado la compañía y además estamos trabajando fuertemente en el tema de inclusión, la incorporación de las comunidades y reconocimiento de los pueblos originarios también, además de la diversidad sexual”, enfatiza.
Sandra opina que el género más afectado por la pandemia, y en general, han sido las mujeres, y sobre todo en temas de salud y salud mental. “La doble presencia, el trabajo híbrido no han sido buena noticia para ellas. En el fondo, quizás en BHP es distinto, pero estoy hablando en general”, subraya.
Asegura que la salud mental es un gran desafío para BHP y por eso, señala, hay áreas específicas en donde se están desarrollando permanentemente programas para las y los trabajadores, además de apoyo a las familias para que mientras el trabajador está en la operación pueda estar concentrado en su tarea. En este sentido, destaca que existen líneas de atención psicológica para los empleados y su grupo familiar.
“A propósito de la pandemia, nosotros generamos un programa Mujeres en Red, que nace en este contexto, para abordar esta necesidad de las mujeres, de las comunidades donde nosotros operamos”, sostiene. Afirma que la corresponsabilidad es vital porque habla de los cuidados que son protagonizados en su inmensa mayoría por mujeres, tema abordado con fuerza en el seminario Impacto 360 y que devela lo mucho que falta por avanzar en equidad de género. La gerenta de la minera cree que “no son variables independientes, son al contrario, interdependientes. Como BHP hemos avanzado en corresponsabilidad, es decir, que los hombres se hagan cargo de la crianza, la educación de los hijos”.
Sandra Fuentes plantea que el desafío es transversal como sociedad y ahí BHP básicamente está apuntando a la formación. Es decir, “en entregar herramientas y conocimientos que caben en los distintos niveles de la organización. Así todos entendemos que el concepto de corresponsabilidad no es solamente un rol asignado históricamente a las mujeres”, concluye.
Un punto de vista coincidente con el de Sandra, es el planteado por Eduardo Becerra, director de talento en Finning. Él nos recuerda que la inclusión y diversidad no se limitan a métricas, sino que requieren una evaluación profunda del problema. La robustez en el diseño es fundamental, al reconocer el diagnóstico y proponer soluciones adecuadas. La iniciativa de Finning de abrazar la diversidad femenina en áreas técnicas y mecánicas es un ejemplo claro de transformación.
Por su parte, Claudia Quirino Rodríguez, superintendente de recursos humanos en Minera Zaldívar de Antofagasta Minerals, se enfoca en la transformación de los espacios laborales en entornos atractivos y en consonancia con los propósitos de vida de las mujeres. Aboga por liderazgos saludables y respetuosos, donde se considere el bienestar de las personas en primer lugar. La reinvención de liderazgos en un entorno que reconoce la individualidad es un componente esencial.
La intersección de desafíos de género con la pandemia y el teletrabajo no se pasa por alto. Las voces presentan un consenso en la necesidad de abordar la salud mental y el bienestar laboral como parte integral del proceso de cambio. La humanización del trabajo emerge como un enfoque central, donde las personas son el epicentro y los liderazgos se basan en la empatía y la consideración.
En el corazón de estas reflexiones se encuentra una llamada unánime a la acción, a la construcción de ecosistemas laborales saludables y a la integración de la diversidad como fuerza motriz. Las voces presentadas en este seminario no solo reflejan las visiones actuales, sino que también encienden la chispa de un futuro inclusivo, un futuro donde la equidad de género y la diversidad son los cimientos sobre los que se erige una sociedad y unas industrias más fuertes y resilientes.