Durante el capítulo 40 de la segunda temporada de Luces y Sombras en el Trabajo, el presidente de la CUT, David Acuña, nos entregó su visión acerca de la propuesta de derechos laborales y colectivos en el marco de la nueva constitución.
David comenta que en la CUT “venimos bregando desde los años 80 contra esta constitución instalada con sangre y fuego, la cual también con su plan laboral nos ha cercenado mucha libertad y derechos”. En ese sentido, hace hincapié en las trabas contenidas en la negociación colectiva producto de la legislación actual. “El problema de la negociación colectiva es que es la única forma que tenemos los trabajadores a través de las asociaciones sindicales para repartir las utilidades o las riquezas de la empresa. También fue fuertemente cercenada la instauración de los grupos negociadores, las negociaciones regladas vs las no regladas”, afirma.
A raíz de lo anterior, afirma, se creó una cultura laboral de individualismo en Chile que arrebató el derecho y la fuerza del poder negociador colectivo. “¿En que estamos hoy? En construir más y mejores condiciones laborales. Esperamos contar con una nueva constitución, la cual nos permita recuperar estos poderes que hemos perdido, como la negociación colectiva, el derecho a sindicalización, la libertad sindical, el derecho a la huelga colectiva real, el derecho a la huelga tanto de los trabajadores del mundo privado como el público, el derecho a la participación dentro de la empresa, y también la negociación ramal o multinivel que será fundamental dentro de este nuevo periodo”, señala.
Asimismo, revela que uno de los principales motivos de rechazo de parte del empresariado tiene que ver con la huelga. El máximo representante de las y los trabajadores cuenta que durante un debate realizado en Canal 13 en torno a la constitución, en el que también participó él junto al académico de la Universidad de Chile, Luis Lizama, se instaló que “ las huelgas iban a ser políticas, que nosotros íbamos a hacer una huelga porque no nos gustaron los zapatos de seguridad o porque no había bebida en la mañana o porque el café no nos gustaba. Entonces, yo les planteo que la huelga es el último recurso de una negociación colectiva… La huelga es dolorosa, la huelga no se hace por deporte, porque efectivamente es la última instancia después de haber hecho un proceso de conversación y negociación”, recalca el presidente de la CUT.
Asegura que lo inmediato es generar conversaciones efectivas acerca de los derechos laborales que se requieren y cuáles son los pisos mínimos para avanzar en justicia social. El dirigente sindical señala que es clave la organización entre trabajadores de todos los sectores. Opina que aquí “es donde nosotros debemos ir apuntando cómo los trabajadores nos vamos organizando de manera más colectiva, qué es lo que nos hace falta hoy en día”. Para ello, los sindicatos serían una pieza fundamental para lograr esa finalidad. Y acá la nueva constitución les da todas las herramientas a la altura de países Ocde para cumplir ese objetivo
Concluye que dentro del actual proceso de cambio se está luchando por beneficios con un estándar OIT y que antiguamente poseían, y le fueron arrebatados. “Esperamos poder recuperar lo que teníamos. Este proceso no termina el 4 de septiembre, empieza el 5 de septiembre con la instalación de normativas, con la instalación de nuevas leyes. El gobierno y el Estado tienen entre 18 y 24 meses para enviar un nuevo código laboral, entonces el proceso va a continuar y eso va a ser democrático, de conversación y construcción. Obviamente para nosotros como trabajadores va a ser complejo, siempre nos cuestan nuestros derechos. No es fácil, porque muchos no entienden que nosotros no peleamos por temas individuales, peleamos por temas colectivos”, enfatiza.