Por Natalia Möller, doctora en Psicología, Universidad de Santiago de Chile.
Más de 2.800 personas denunciaron acoso laboral en la Dirección del Trabajo (DT) entre 2021 y 2022. Según los datos recopilados por el organismo público, el 64% de quienes denuncian estas conductas violentas correspondieron a mujeres.
Los tipos de acoso más denunciados son los que afectan la integridad psíquica y física de las víctimas, así como su honra y a sus familias.
El objetivo del acosador laboral es minar la moral de la víctima, destrozarla psicológicamente para lograr finalmente que abandone la organización o que quede recluida y aislada en ella.
Las víctimas de acoso, a menudo, encuentran problemas para defenderse durante el desarrollo del proceso, lo que implica una diferencia de poder, que puede ser real o percibido, entre las partes.
Las personas no denuncian el acoso
Lo(a)s funcionario(a)s no denuncian el acoso laboral porque no existe confianza en la institución (pública y/o privada). Por lo tanto, no sirven de nada las campañas, los códigos de ética y las normas internas, si al existir el problema las jefaturas y/o autoridades no hacen nada. Peor aún, si se minimizan estas conductas.
Un informe del Servicio Civil y el Ministerio de la Mujer, señaló en el año 2020, que el sector público arrojaba 1.288 denuncias formales de acoso. Estas se distribuyeron de la siguiente forma: acoso laboral (46,6%), maltrato laboral (42,1%) y acoso sexual (11,3%). En su mayoría (72,6% de los casos) fueron presentadas por mujeres.
A nivel mundial, la Organización Internacional del Trabajo y la empresa Gallup realizaron un estudio donde revelaron que “uno de cada cinco empleados sufre violencia o acoso laboral”.
El 8,5% (277 millones de personas) de los colaboradores declararon haber sufrido violencia física y acoso en su vida laboral. Esta encuesta se realizó a mil trabajadores por país, en más de 121 naciones o territorios (2021).
Pero hubo encuestados que no compartieron sus experiencias. Un 55% creía que hablar de ello habría sido una “pérdida de tiempo”. Un 44,5%, señaló “temer por la propia reputación”.
¿Qué podemos hacer?
El lugar de trabajo seguro es una responsabilidad compartida. Por esta razón, es vital que las instituciones públicas y privadas, capaciten a los y las trabajadores y funcionario(a)s, para el desarrollo de una cultura organizacional contra el abuso. Del tipo que sea, con una comunicación clara y frecuente de cómo denunciar. Para ayudar a concientizar, en espacios de la cultura formal e informal de la organización.
Entonces, qué podemos hacer ante la pregunta: ¿por qué las personas no denuncian en sus organizaciones? Te proponemos redactar políticas institucionales y comprometidas. Y capacitar en formaciones que generen más conciencia de este conflicto.
Fuente: Teleduc UC