Salud mental y laboral son dos cosas que están estrictamente relacionadas en el día a día de las personas. Con el paso de los años y más aún tras la pandemia mundial, pareciera ser que la importancia de estas se agudizó aún más. Sin embargo, falta instaurar este tema en la agenda pública y otorgarle la verdadera importancia que implica.
Tuvimos la oportunidad de conversar con Pamela Gana, Ingeniera comercial, Superintendenta de seguridad social y desde el año 2014 Intendenta de seguridad social y salud en el trabajo. Gana expuso su mirada y además se refirió al actual cuestionario SUSESO/ISTAS 21 y a los cambios que tendrá su sucesor el CEAL SM, que entrará en vigencia desde enero de 2023. ¿De qué tratan? ¿Cuáles son las novedades y cómo se pretende relevar a la salud mental en el trabajo como tema primordial? A continuación, Pamela nos cuenta.
Actualmente la salud mental se está transformando en uno de los grandes temas del siglo XXI, al punto de casi denominarse como la “gran pandemia” por la mayoría de casos que se presentan diariamente. Lo primero que quisimos saber es si la superintendenta opina lo mismo, ante lo cual afirmó:
“Si uno mira en la salud no laboral, sino en la común alrededor del 30% de las licencias médicas dadas durante el 2021, fueron de salud mental. Si uno observa en la salud laboral en un año no con pandemia, uno típico cerca del 60% de los reconocimientos de enfermedades laborales son de salud mental, las enfermedades que involucran días de reposo”.
Refiriéndose a estos datos ¿son bajo su juicio los que más destacan o hay otros? , “son de los que más se habla, pero creo que la invitación nuestra es a empezar a mirar que es la salud mental, analizar información respecto de ella. Y para eso obviamente uno se tiene que ir a la definición que da la Organización Mundial de la Salud (OMS), sino que señala que la salud mental es un estado de bienestar y que las personas pueden entregar todo su potencial para poder hacer frente al estrés normal de la vida y poder entregar productivamente tanto a nivel individual como a la comunidad”, explica.
Pareciera que hay un choque cultural. La definición que entrega la OMS expone este tema de manera más amplia e invita a entender que aquí son varias las variables que inciden en la salud mental. A pesar de ello, hay personas, empleadores o medios que desconfían en vez de entender la complejidad de este tema.
Se abre paso así a una reflexión más profunda y al cuestionamiento de las instituciones y su capacidad de abordar esta problemática desde distintas perspectivas. “Obviamente las instituciones van evolucionando”, comenta, “en el caso de la Superintendencia de Seguridad Social, entorno a las materias de salud mental, creo que fuimos pioneros en 2008 cuando se empezó a trabajar lo que se conoce como el Cuestionario Suseso/Istas 21”, expone Gana. Para la ingeniera, este instrumento de medición, que permite entender los factores de riesgo psicosocial que tienen los colaboradores de una empresa, significó algo innovador.
La metodología que se utilizó tiene como base dos principios: primero, el diálogo social al interior de la empresa y segundo, la prevención en la mirada de generar medidas preventivas. Los trabajadores son acompañados por los empleadores en el proceso de entendimiento del cuestionario. Se entregan garantías como la anonimidad, consenso sobre qué se va a medir y evidencia sobre cómo se logran los objetivos.
Respecto al cambio de nombre del Istas 21 a Ceal SM y sus novedades, la Superintendenta cuenta que este último, “Cuestionario de evaluación de ambientes laborales, salud mental”, estará vigente desde el 1 de enero de 2023, siendo obligatorio para todas las empresas.
Destaca la garantía de que el proceso de elaboración fue realizado por un conjunto de expertos provenientes de universidades y mutualidades. Este punto facilitó el levantamiento de la encuesta y los análisis estadísticos necesarios para poder llegar al nuevo Ceal SM.
También se incorporaron preguntas a nivel internacional con nuevos indicadores para medir salud mental como sería el indicador “GHQ 12”, cuestionario de salud general de 12 ítems que consideran riesgos psicosociales, dolor corporal, entre otros.
“Se mejoraron dimensiones ya incluidas como el reconocimiento y claridad de rol, se incluyó la del cambio de doble presencia a equilibrio, trabajo y vida privada, temas de confianza y justicia organizacional y también vulnerabilidad laboral que son las que se relacionan más directamente con salud mental”, esbozó.
Otro punto importante que no estaba incluído en el Istas 21 y que esta vez sí se consideró, es un apartado sobre violencia y acoso sexual en el trabajo. “Hubo bastante discusión sobre si la violencia y el acoso eran un riesgo per sé o más bien un resultado, y luego de darle varias vueltas decidimos que era un tema que había que revelar y poner dentro de las mediciones de riesgo”, finalizó Pamela Gana.
De esta forma queda clara la relevancia que tiene la salud mental y laboral y que es un tema que no puede quedar ajeno de la agenda pública.
Para más información sobre este nuevo cuestionario: