Por Mariano Bo, CEO de Saint-Gobain para Chile, Argentina y Perú.
Hace muchos años Henry Ford dijo, “el negocio debe tener beneficios ya que de lo contrario muere, pero si tratas de gestionarlo sólo en base a beneficios, entonces morirá porque no tendrá propósito”. Pero, ¿qué significa tener un propósito? ¿Es simplemente un objetivo que uno puede establecer o se convierte en la firme determinación que sienten algunos de lograr un cambio en el mundo?. Nos encontramos transitando tiempos convulsionados y desafiantes, regidos globalmente por una pandemia que aún no cede y la preocupación por actuar urgentemente en una estrategia que permita mitigar el cambio climático y sus consecuencias, en un Chile en medio de un proceso de cuestionamiento de sus bases y visión de futuro de la sociedad, ad portas de una elección presidencial que se visualiza polarizada, envuelta en una crisis económica y una nueva agenda social. Por ello, hoy más que nunca es momento de repensar nuestras formas de vivir, de relacionarnos unos con otros, de trabajar y hasta de operar en el caso de las empresas.
En este sentido, no podemos seguir viviendo y operando sin un propósito claro y allí es cuando las organizaciones deben mutar hacia la estrategia de un modelo que genere un impacto positivo en las sociedades a largo plazo. Un propósito que debe ser diferenciador y único, además de relevante y en sintonía con el entorno, abarcando tres dimensiones clave: el conocimiento, para inspirar a los stakeholders; la motivación, para ilusionar su corazón; y la contribución, para guiarlos en el día a día.
En un mundo donde el dinamismo y el cambio son una constante, en medio de tiempos de división, es importante tener algo en lo que creer y valores a los que aferrarse frente a los desafíos cotidianos. El propósito es una base sólida sobre la que estamos en el presente, pero que nos guía hacia el futuro de manera ordenada y clara.
Pensar en el mundo como un lugar más justo y sostenible, abierto y acogedor, está a nuestro alcance si trabajamos todos los días desde las organizaciones para impulsar transformaciones de manera sólida, objetiva, formalizando conceptos relevantes para nuestras estrategias de negocio y generando un impacto transformador de nuestros entornos y la vida de las personas.
El mundo ha avanzado, las necesidades se convirtieron en progreso desmedido para ahora reconvertirse en la búsqueda de un nuevo propósito, en la firme convicción de cuidar el hogar que más nos ha cuidado a todos: nuestro planeta y las personas que en él habitamos.