Por Martha Giraldo, responsable global de alianzas y soluciones digitales en Multiplica
Para que una compañía sea exitosa, requiere del compromiso de sus trabajadores. Para esto, la fórmula está en abarcar más allá del trabajo y darles espacio para la integración a todos, para que así puedan complementar la vida laboral con el deporte, salud, familia y desarrollen habilidades blandas.
Un buen gerente general debe tener comunicación efectiva con su personal y habilidades para crear un ambiente propicio en el que se puedan lograr los objetivos, que sepa manejar las dificultades y el equilibrio entre la vida personal y laboral, con entusiasmo y la ambición precisa para organizar y motivar a un grupo de personas. Lo resumo en habilidades para crear sinergia, mucha inteligencia emocional y ambición.
En mi cotidianeidad laboral, yo misma busco inspirar a mi equipo de trabajo y les transmito mi entusiasmo en forma permanente. Me identifica la filosofía del ex presidente estadounidense Ronald Reagan, ya que su filosofía era tratar a tu vecino como te gustaría que te tratasen a ti. También el juzgar a todo el mundo por cómo actúan, y no por lo que son.
Para lograr estos cometidos, se necesitan profesionales éticos, ante todo, y que tengan apertura, simpleza y que sean capaces de compartir y aceptar ideas de otros. Además, trabajar con otras culturas y con personas de credos diferentes. Personas integrales con pensamiento global.
El objetivo es generar un ambiente participativo en el que haya un balance entre la vida y el trabajo. Ya estamos conscientes de los cambios que se han producido en la sociedad, por lo que siempre es necesario revisar lo que hacemos para evitar quedarnos en errores o en el pasado. Esto, no necesariamente para identificar una mala práctica, sino que para tener la confianza de que estamos al día
No olvidar que errar es humano. No todos tenemos las mismas intenciones, por lo que la confianza hay que cuidarla y desarrollarla.
Este artículo es un extracto de la columna publicada en RHM 70, agosto 2013