Por Carlos Vignolo. Profesor Asociado de la facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile. Ingeniero Civil Industrial , Universidad de Chile. Magíster en Ciencias de la Ingeniería, Universidad de Chile. Estudios de Postgrado en Economía Política, Universidad de Sussex. U.K.
La mejor interpretación que tenemos disponible para explicar la existencia de millones de especies vivas sobre el planeta es que somos el resultado de una deriva de interacciones con el medio ambiente –natural y adaptado– en la cual vamos transformándonos en congruencia con los cambios del conjunto de sistemas que constituyen dicho medio ambiente. Algunos evolucionan bien y viven bien. Otros evolucionan muy lento y sobreviven. Otros evolucionan y desaparecen. Desaparecen especies, imperios, culturas, países y empresas. Desaparecen tipos humanos. Y humanos de ciertos tipos.
La innovación no es ni una moda ni algo nuevo. Desde que aparecimos en la escena de la vida hemos debido innovar para sobrevivir y desarrollarnos. Lo que sí es nuevo, y es ello lo que ha hecho de la innovación una cuestión central en nuestros días, es la velocidad y profundidad de los cambios del medio ambiente al cual debemos adaptarnos que, además, ya no es un entorno local sino global. Pues bien, hoy vivimos cambios radicales del entorno y requerimos por tanto verdaderas revoluciones para sobrevivir, prevalecer y desarrollarnos. Necesitamos también hoy una revolución en la empresa productiva.
Las empresas chilenas han sido en general exitosas y han evolucionado en muchos ámbitos: uso de tecnologías de gestión e informática, comercialización y marketing, finanzas, estrategia y otras. Pero hay un ámbito en el cual pocas lo han hecho ya y es urgente innovar profunda y rápidamente: la concepción de las relaciones laborales. La mayoría de las empresas chilenas continúan operando en un paradigma decimonónico de relaciones laborales. Con ese paradigma laboral no hay forma de llegar a ser de “clase mundial” y, menos aún, es imposible generar climas organizacionales positivos, ni calidades de vida al interior de las empresas.
Las compañías que sobresalen y perduran en el mundo en tiempos de globalización y cambio vertiginoso e impredecible son aquellas que han transitado por una revolución paradigmática y han instalado una concepción rehumanizante del trabajo humano en el cual las personas no son consideradas ni “recursos” ni “fuerza de rabajo”, sino que seres humanos que desean y pueden aportar lo mejor de sí, su pasión, su capacidad de emprender e innovar para en el engrandecimiento de la empresa.
Publicada en edición revista RH Management número 3, año 2006.
Producción RH Management