Hasta mediados de este año, la categoría “Fundaciones” no presentaba mayores críticas de parte de la opinión pública en Chile. Salvo quizá por los tradicionales reparos que periódicamente enfrenta la “Teletón” por cierta parte de la ciudadanía y que se centran en la publicidad de su show televisivo y el dinero involucrado en la alianza con masivas marcas comerciales que son parte de su mecanismo de financiamiento estable.
Sin embargo, todo comenzó a cambiar a mediados de mayo de 2023, cuando empezó a mencionarse en la prensa el nombre de “Fundación Democracia Viva” ligado a una millonaria transferencia directa (530.000 dólares) de fondos estatales hacia esa institución sin fines de lucro presidida por Daniel Andrade, quien es ex pareja sentimental de la diputada del partido oficialista Revolución Democrática, Catalina Pérez.
Como una bola de nieve, comenzaron a hacerse públicas más investigaciones y referencias de asignaciones sospechosas en varias regiones del país que no habrían financiado los programas asistenciales que originaron su otorgamiento, llegando el mismo Presidente Gabriel Boric ya en julio a referirse a esta ola como síntomas de “corrupción” y a otras autoridades públicas a hablar derechamente de un mecanismo sistemático de defraudación al Estado.
“Existe una rabia por parte de nuestros trabajadores que no es menor”, indica María Francisca Correa, directora nacional de personas del Hogar de Cristo, una de las instituciones de beneficencia más grandes en Chile, que atiende un promedio de 30 mil personas anualmente del segmento extrema pobreza. “Por unos pocos que hacen las cosas mal, muchas personas y trabajadores que sí hacen bien su trabajo se ven envueltos en este clima de crítica y adversidad”.
Desde su llegada al Hogar de Cristo, Correa ha impulsado fuertemente políticas y beneficios para las trabajadoras y los trabajadores, velando siempre por su cuidado, formación y reconocimiento. Creó la comisión ESLAVG (espacios libres de acoso y violencia de género), convocando a diversos actores a construir estrategia, normas, diagnóstico y protocolos en la dirección de una mayor inclusión y cambio de mirada en torno a la igualdad de género.
También ha aplicado una política de información constante y permanente multicanal hacia los trabajadores, lo que ha resultado de gran efectividad frente a los duros meses pasados que incluyen esta crisis y la emergencia mundial del Covid19.
¿Cómo se han desenvuelto los trabajadores y trabajadoras del Hogar de Cristo en medio de la crisis en que hoy atraviesa la categoría “Fundaciones”?
La gente está tranquila porque nosotros somos una fundación 3.000 trabajadores y trabajadoras en Chile, tenemos trayectoria 79 años y un activo nuestro es la transparencia con que siempre se ha trabajado. Son públicos nuestros estados de resultados, se publica anualmente una memoria y se realiza una cuenta pública que se respalda en la seriedad del trabajo, nuestros procedimientos y controles. Pero hay molestia, porque estos casos no sólo ponen en tela de juicio el trabajo de las fundaciones y ONGs, sino que evidencia que muchos fondos no llegan finalmente a los más pobres.
¿Existe alguna estrategia concreta para enfrentar las crisis y dar tranquilidad los colaboradores internos?
Aparte de esta información pública que mantiene a todo nivel la transparencia institucional, en épocas de crisis es fundamental mantener informado permanentemente a los equipos de trabajo. Acá ejecutamos periódicamente comités ampliados con los equipos de todo Chile donde el Director General del Hogar de Cristo aborda directamente los temas y se comunica con los trabajadores, contestando sus consultas y proveyendo toda la información que se requiera para dar seguridad.
Bajar toda la información necesaria y por todos los canales disponibles adecuados es en estos casos de crisis fundamental para manejar la incertidumbre de los trabajadores y dar seguridad. La clave es la comunicación efectiva, oportuna y transparente. Las mediciones de clima interno que hemos realizado recientemente demuestran que ante este clima de opinión pública nuestro personal se encuentra efectivamente tranquilo.
Es un desafío mantener la información en una institución que maneja miles de trabajadores a lo largo del país.
Pero se puede resolver manteniendo una política de información multinivel y multicanal de forma permanente, no sólo en épocas de crisis. Para nosotros por ejemplo, la emergencia del Covid 19 habría sido mucho más grave si no tuviéramos esta cultura de información y transparencia. La pandemia fue un desafío enorme, y esto lo hemos hablado con otros gerentes de recursos humanos, porque había un caos de información pública, y ante esos vacíos y rumores en la sociedad la información interna se vuelve fundamental. Porque los trabajadores necesitan información certera y ésta entonces, si hay mucho ruido ambiente, debe ser proporcionada por la empresa, desde dimensionar qué está pasando, hasta informar cuáles son los planes y cómo será el trabajo y los procedimientos.
La crisis del Covid no sólo en términos de información interna fue desafiante, si no en la necesidad de visibilizar el trabajo de nuestros colaboradores por parte de las autoridades. El 80% de nuestros trabajadores se relaciona con público directo, la mayoría con alguna enfermedad derivada de su precariedad de vida, pero su trabajo estaba invisibilizado en las políticas públicas de emergencia. Nuestros trabajadores no figuraban en los posibles de acceder a salvo conductos, no eran destinatarios de material sanitario que sí tenía prioridad el trabajador sanitario público, como mascarillas y desinfectantes.
Pero estar en contacto permanente con los trabajadores nos permitió reaccionar y gestionar rápidamente los aspectos necesarios para continuar con nuestro trabajo y atención hacia las personas más pobres.
¿Es posible transferir estas prácticas a otras instituciones que atraviesan esta crisis de credibilidad de la categoría?
Nosotros hemos conversado con otras fundaciones y desde aquí estamos súper abiertos a compartir las buenas prácticas que a nosotros nos han ayudado a mantener la tranquilidad en nuestros trabajadores. Creemos que hemos sido exitosos abriendo caminos en este sentido y por eso lo aprendido ¡por supuesto lo ponemos a disposición de otras fundaciones! Es muy deseable comunicarse para complementar y aprender entre todos, lo que sin duda incide en una mejora del conjunto.