¡Los ojos del mundo están sobre Chile! Nuestro proceso constituyente es un hecho inédito sumando su carácter democrático, paritario y que incluyó, además, a los pueblos originarios. Y el trabajo, por primera vez, tendrá definiciones constitucionales aprobadas por una amplia mayoría. Conozca las claves en voz de los expertos y autoridades políticas.
Libertad sindical, ¿cuál será su alcance?
El presidente de la Sociedad Chilena de Psicología del Trabajo y las Organizaciones (Schipto), Andrés Pucheu, nos comparte su mirada, y destaca que dentro de las esperanzas que genera el proceso constituyente, están implementaciones nuevas como el reconocimiento del trabajo doméstico y de cuidados, y la actualización de viejas normas como la libertad sindical y todos sus componentes.
Respecto de lo primero, lo traduce como el cuidado de ancianos, la hospitalización, el cuidado de niños, entre otros elementos que considera claves reconocer y cambiar dentro de las normas del trabajo. Sin embargo, plantea dudas acerca de cómo se implementará.
Por otro lado, en cuanto a la libertad sindical destaca que ya debería existir un avance considerable. Es decir, la no discriminación en la sindicalización y condiciones laborales, inclusión y reformas relacionadas a organizaciones laborales y riesgos psicosociales.
Asimismo, advierte que habrá gran presión por una mayor sindicalización. “El problema es que, más allá de lo legítimo de esa demanda, va a afectar a un grupo minoritario dentro de la totalidad de los trabajadores”, dice. Esto se debe a que, según los últimos porcentajes actualizados para Chile, entre un 15% y 16% de las y los trabajadores se encuentran sindicalizados. Además, agrega que “dada la estructura del empleo de alta calidad (versus temporal y autoempleo) y el porcentaje en relación a países desarrollados, los beneficios de la sindicalización afectan a trabajadores en empleos que deberían ir disminuyendo como consecuencia de la disrupción tecnológica”.
También, hace hincapié en la importancia de potenciar el desarrollo de la diversidad del servicio en la sociedad. Con esto se refiere a que “el dinero (la unidad monetaria) ya no vale un equivalente en oro, si no en función del valor agregado que tenga una economía. El valor agregado en servicios, por ejemplo, se asocia a complejidad y efectividad en campos nuevos, de ahí la relevancia de la diversidad cultural”.
En cuanto al empleo, manifiesta, que llegar a ser un país desarrollado implica tener una transición entre el mundo obrero y el de servicios profesionales. En otras palabras, pasar de manejar artefactos (máquinas) a gestionar relaciones y creatividad. “Lo que antes era lo “profesional” y que ahora implica capacidades complejas, trabajo en equipo y manejo de información”, asevera.
Finalmente, asegura que “la constitución es bien intencionada y va afectar a algunos grupos, pero en realidad es algo anacrónica en relación a lo que está pasando en el mundo y lo que le va a pasar al 50% del empleo”.
Los pilares que sostendrán al país
El diputado de la República y ex presidente del sindicato de Starbucks, Andrés Giordano, se refirió por su parte a las nuevas normas laborales aprobadas por el pleno en la Convención Constitucional, asegurando que las nuevas normas son un gran cambio que implican una corrección del desequilibrio existente entre el capital y el trabajo. Lo define como una característica del neoliberalismo existente en Chile durante las últimas décadas, cuya expresión social sería la desigualdad y que explota con el estallido social, razón de ser del actual proceso político.
En ese sentido, el diputado destaca la libertad sindical como una garantía constitucional. “Para que las transformaciones que se requieren en un mundo del trabajo con un profundo retraso, no dependan únicamente de leyes ni de voluntades de gobiernos, sino de la propia fuerza y capacidad de organizarse de las y los trabajadores”, afirma.
También, enfatiza la importancia del reconocimiento y valoración de las labores domésticas y de cuidados. “Es el trabajo más antiguo y demandante que existe, pero menos valorado de la historia. Esto trae justicia a tantas personas, principalmente mujeres que han sido invisibilizadas”, dice.
Ambas normas, junto a las demás aprobadas por el pleno, son consideradas por Andrés como los pilares que sostendrán el país del mañana. Expresa que “si se aprueba todo esto, la constitución pondría a Chile en sintonía con la mayoría de los países desarrollados democráticos que valoran el trabajo como generador de riqueza. Esta nueva mirada abre también espacios de democracia, donde las trabajadoras y trabajadores tienen verdaderamente una voz en lo privado y público, porque su rol en la sociedad es trascendental”.
Derecho colectivo, un cambio profundo
La abogada y presidenta de la Agrupación Gremial de Abogadas y Abogados Laboralistas de Chile (Agal), Carmen Espinoza, nos da su visión en el marco de las nuevas normas laborales, donde en términos generales, define el borrador como medidas muy importantes que rompen con lo que venía desde el plan laboral elaborado por José Piñera. “Da esperanzas de poder seguir adelante, avanzando, en el mejoramiento de las condiciones de las trabajadoras y los trabajadores en Chile”, dice.
Si bien aclara que las oportunidades no se dan necesariamente en la constitución, deja en claro que esta es una norma base y parte del ordenamiento jurídico que da orientaciones, obligaciones y límites. En ese sentido, explica que, en cuanto al trabajo individual, la aprobación del trabajo decente, la no discriminación, el principio de la progresividad de los derechos es muy importante.
Sin embargo, afirma que, desde su perspectiva y la de la mayoría de abogados laboralistas que se han dedicado al mundo de los trabajadores, uno de los aspectos más relevantes que se han aprobado hasta la fecha tiene que ver con el derecho colectivo. Es decir, la libertad sindical y todos sus componentes estipulados en el Artículo 12 del borrador de la nueva Constitución. Al respecto, la abogada asegura que “el que se establezca en la Constitución, la sindicalización, la negociación colectiva y la huelga; además, la huelga como un derecho y la negociación colectiva en todos sus niveles y posibilidades que existen de negociar y que esto sea determinado por los trabajadores, es muy relevante”.
También agrega que la aprobación de la participación de los trabajadores en las decisiones de la empresa responde a una antigua “cuestión” que estuvo presente en la lucha de los trabajadores y que, de alguna forma, potencia el cambio de la relación entre trabajadores y empleadores.
A pesar de que Carmen recalca la importancia de estas normas para el avance en materia laboral, también aclara que este será un proceso lento que requiere legislaciones que afirmen y potencien las bases laborales que busca construir la nueva Constitución. Las cuales traerán cambios sociales y culturales en el marco de cómo percibimos el trabajo.