¿Los negocios de las plataformas digitales se sostienen a costa de los trabajadores y trabajadoras?
En Chile todos hablan (hablamos) de las bondades de la revolución 4.0 y la transformación digital. Asistimos con frenesí a charlas, nos devoramos reportajes, participamos de seminarios y conversatorios, aparecen del cielo «connotados» gurús tecnológicos predicando la buena nueva. Y aún hay más. El gobierno, en su afán de agradar y mejorar en las encuestas, se sube al carro con frases grandilocuentes que auguran tiempos mejores: «Los trabajos están cambiando y el Sence también», «súmate a los nuevos empleos». ¿Qué tipo de trabajos? ¿Empleos decentes? ¿Con salarios justos? No sabemos. Es parte de la fantasía.
Tomás Pérez Vizzón, es editor de Revista Anfibia y director del documental Plataformas, que es la excusa para esta entrevista. Es licenciado en comunicación social por la Universidad de Buenos Aires y vive en la capital de Argentina.
El documental Plataformas pone una mirada preocupante y alarmante al mundo del trabajo oculto tras el negocio del año, las plataformas digitales. Acá quisimos reflexionar sobre su lado oscuro y de lo que deberíamos hacernos cargos desde una gestión de personas ética y de clase mundial.
¿Cuéntanos un poco cómo nace la idea de hacer este documental Plataformas?
Nosotros accedimos a un financiamiento internacional de Facebook y del International Center for Journalists para producir algún contenido audiovisual. Fue un financiamiento que se hizo para medios de Argentina y Chile, de un programa llamado Video Accelerator y nosotros elegimos este tema que venimos trabajando desde el 2018.
El año pasado publicamos un artículo en texto sobre Rappi que fue muy viral, digamos se movió mucho. Era sobre un periodista que se metió a trabajar en Rappi. Acá en Argentina giró por todos los medios, fue un tema importante nuestro y queríamos seguir dándole desarrollo. Y vemos también que es un tema que va a estar vigente en el 2019 y en el 2020, seguramente. Estos contenidos están muy poco hablados todavía pues es un fenómeno muy nuevo, así que nos quisimos meter con todo.
En el primer capítulo, que ya se puede ver porque está online, es sobre una actividad en particular que es una plataforma de delivery. En los otros episodios se irán tocando las otras plataformas en las que hoy se puede trabajar, las otras aplicaciones para conseguir ingresos. Un detalle interesante es que el protagonista de nuestra historia, Julio Olivero (bloqueado por la aplicación por develar los abusos), la justicia Argentina hoy ordenó que Rappi tiene que desbloquearlo y permitir que pueda volver a trabajar con la aplicación. Lo cual es una gran noticia para él, así que estamos muy contentos.
¿Por qué al ser negocios que dan tanto dinero a sus creadores, y dueños, no cuidan a sus trabajadores y no comparten sus ganancias?
Me parece que ahí está el gran quid de la cuestión ya que la mayoría de estas plataformas o de estas empresas que tienen su visibilidad a través de aplicaciones, lo que hacen es negar que tienen trabajadores. Si miras lo que hacen es no hablar de trabajadores sino que hablan de colaboradores, de socios, de autónomos. Justamente en estas nuevas facetas del capitalismo lo que se hace es desdibujar ese vínculo laboral tradicional del asalariado que trabaja a un empleador. Entonces cuando se trastoca eso, digamos, cuando yo niego que tengo trabajadores, no existe vínculo tal, entonces no tengo que compartir ganancias y tampoco reconozco derechos que son de los trabajadores. Acá en Argentina, por ejemplo donde el movimiento sindical tiene una tradición muy importante, es un problema porque estos trabajadores hoy no están reconocidos como tales.
¿Estos negocios, entonces, se sostienen a costa de los trabajadores?
Sí, por ahora. El trabajador pierde cada vez más derechos. El objetivo es poder diseñar políticas y reglamentaciones que defiendan a estos trabajadores.