La inercia no sólo es una propiedad aplicable a los cuerpos físicos. Una carrera profesional, especialmente si se trata de una posición de jefatura o es bien remunerada, puede tender a estabilizar a una persona por muchos años, alejando los beneficios o progreso que un cambio podría materializar.
Evolucionar en la carrera o reinventarse para estar más al día con las tendencias siempre es un deseo para los ejecutivos, pero existen varios factores que les impiden realmente dar ese “salto de fe” que puede dejarlos más conformes del punto de vista de remuneraciones o de desarrollo profesional.
Este es el tema analizado por la profesora de la Escuela de Negocios de Londres Erminia Ibarra, en una reciente entrevista para Harvard Business Review titulada “Cómo pensar estratégicamente en una transición profesional”.
La experta se aproxima a este tópico poniendo como fundamento que desde los últimos 20 años se evidencia una aceleración en la necesidad de reinvención por parte de los profesionales, identificando 4 causas de esto.
La primera es que vivimos cada vez más – como tendencia mundial- y, a medida que vivimos más, no queremos comenzar a decaer profesionalmente a partir de los 40 años, porque fácilmente podríamos estar trabajando varias décadas más.
La segunda causa es la tecnología que está cambiándolo todo, modificando las características de ciertos puestos de trabajo, terminando con algunos empleos, pero al mismo tiempo creando otros con nuevas características y exigencias. Esto, sin contar con que se puede trabajar de forma remota, abriendo una serie de aristas interesantes para muchos perfiles de trabajadores.
La tercera es la aceleración en el dinamismo de la industria y los mercados. Desde comienzos del siglo XXI se evidencia que las personas no permanecen en los trabajos tanto tiempo como antes, ya sea por elección o por necesidad, lo que respondería a la vertiginosa actividad de creación y destrucción de oportunidades en los negocios.
Por último, y como cuarto aspecto a analizar que explica la necesidad de reinventarse, es que lo que los profesionales esperan de un trabajo ha cambiado mucho. Antes la gente en su mayoría sólo aspiraba a una vida estable. Hoy la gente quiere que su trabajo sea una dimensión más integral en sus vidas. Se espera obtener un propósito de vida, autorrealización, pero también más flexibilidad y demostramos menos paciencia para obtener lo que ahora se considera un piso mínimo en términos de un buen ambiente laboral.