Un sin fin de mensajes en social media, notificaciones y alertas han invadido nuestra vida personal como nunca antes dejando la puerta abierta para los acosadores o “bullies” del pasado. Es tragicómico oír sobre personas que realizan secretos seguimientos virtuales a sus ex parejas y todos hemos inevitablemente comparado nuestros empleos de 9 a 5 con la gran vida que llevan las estrellas en Snapchat. ¿Pero nos hemos detenido a pensar cómo esto impacta en nuestras vidas?
Para Jillian Caswell, de Alaska Executive Search y miembro de SHRM, como profesionales de Recursos Humanos tenemos “el deber y la responsabilidad de entender, no sólo cómo la tecnología y el social media pueden afectar la productividad, sino además cómo creamos un canal de comunicación abierto para empleados que han sido víctimas de bullying o acoso”.
Estar atentos y observantes
Para la autora, esto va más allá de monitorear los canales de comunicación de tu compañía: “Antes de que puedas prevenir y rectificar algún potencial incidente de cyberbullying primero debes prepararte tú mismo respecto a cuáles son los tipos de acosos y situaciones de abuso que pueden ocurrir en el mundo digital”.
Si eres nuevo en esto del social media hay numerosos artículos en línea para familiarizarse con las plataformas más populares: Facebook, Instagram, Snapchat y Twitter. Plataformas de streaming en vivo tales cómo Periscope y Facebook Live son también potenciales espacios que los bullies pueden explotar.
Entender cómo monitorear, identificar y responder de forma eficiente y apropiadamente al acoso en internet es clave para construir una sólida política empresarial. Hay decenas de formas en que el cyberbullying se puede disfrazar, ya sea como una infantil broma por Instagram a un empleado en específico, una discusión acalorada por Twitter, o un empleado enviando contenido explícito a sus colegas.
Caswell reconoce que “al principio puede que te sientas abrumado al pensar en todas las diferentes variaciones de acoso puede adoptar”, pero con estas sugerencias tal vez tengas un buen punto de partida:
- Entrenamiento: Para tu equipo puede ser bastante útil proveerles de talleres o capacitaciones sobre lo que es y lo que no es acoso. Además es una gran oportunidad para refrescar la política de la compañía al respecto.
- Demuestra un comportamiento apropiado: Analiza tus propias acciones en social media. ¿Son potencialmente ofensivos tus mensajes o publicaciones (que asumimos escribes en un espacio privado) o estás al tanto de los comentarios que circulan en línea sobre tu persona u otros miembros del staff?.
- Responde adecuadamente a las faltas: Múltiples casos en las cortes estadounidenses han derivado en millonarias indemnizaciones a las víctimas de acosos que argumentaron que su jefe siempre estuvo al tanto del hecho sin hacer nada al respecto. Asegurarse de aplicar disciplina en estos casos demostrará activamente que tu compañía promueve los espacios de trabajo libres de acoso.
El mundo digital y sus prácticas cambian a una velocidad que nos demanda a estar constantemente desplazándose de nuestras zonas de confort. El desafío es estar conscientes de sus cambios y de la manera que impacta a nuestras organizaciones.
