Bernie Sanders, senador demócrata por el estado de Vermont en Estados Unidos, ha sido un crítico de la codicia y la concentración de riqueza en manos de los billonarios.
Él cree que la desigualdad económica es uno de los mayores desafíos que enfrenta su país y que la concentración de riqueza en manos de unos pocos es una amenaza para la democracia.
El político de 80 años ha argumentado que los billonarios y las grandes corporaciones tienen demasiado poder y que esto les permite influir en la política y en las decisiones económicas que afectan a la mayoría de la población.
Cree que los ricos deberían pagar más impuestos y que se deben implementar políticas para reducir la brecha entre ricos y pobres.
Además, ha criticado la cultura de la codicia y el consumismo que ha llevado a muchas personas a buscar la riqueza y el éxito a cualquier costo.
Afirma que la sociedad debería valorar más la solidaridad y la cooperación, y que deberíamos trabajar juntos para construir una economía más justa y sostenible.
En su libro “It’s ok to be angry about capitalism”, el ex presidenciable critica la distribución de la riqueza en EE. UU. y cómo afecta a la estabilidad política y los derechos sociales de la población.
Pero, ¿cómo afecta la codicia a los ambientes laborales?
En RH Management, consultamos a expertos para analizar los efectos negativos de la codicia en la gestión de personas.
El decano de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, Cristián Muñoz, señala que la codicia puede generar desmotivación en los colaboradores y conducir a conductas impropias. Los líderes, en lugar de ser modelos de conducta que inspiren y motiven, pueden exacerbar la situación.
“Incluso podría incitar conductas impropias de algún trabajador que considera justo obtener beneficios de forma oculta o ilegal. La codicia de los líderes, lejos de aminorar estas conductas, podrían exacerbarlas y hasta servir de justificación. Un buen líder debe ser, además de una persona técnica calificada, un modelo de conducta que motive, inspire y donde los trabajadores se reflejan”, asevera.
Por su parte, el decano de la Facultad de Ingeniería y Empresa de la Universidad Católica Silva Henríquez, Luis Araya (pronto publicaremos una columna relacionada al tema), explica que la codicia no es compatible con el liderazgo ético y la búsqueda de la equidad en las relaciones interpersonales. Además, señala que las nuevas generaciones de colaboradores buscan trabajar en instituciones que compartan sus valores y principios.
Las claves del libro
El libro de Bernie Sanders “It’s Ok to Be Angry About Capitalism” expresa varias ideas principales, entre ellas:
- El capitalismo es un sistema económico que beneficia a los ricos y poderosos a expensas de la clase trabajadora y los pobres.
- La desigualdad económica es un problema grave en los Estados Unidos y en todo el mundo, y el capitalismo es en gran parte responsable de esta desigualdad.
- Es importante que la gente se enoje y se sienta frustrada con el sistema capitalista, ya que esto puede motivar la acción y el cambio.
- La solución a la desigualdad económica y la injusticia social no es simplemente reformar el sistema capitalista existente, sino construir un sistema económico más justo y equitativo.
En resumen, la codicia puede tener consecuencias negativas en los ambientes laborales y la gestión de personas. Los líderes deben ser modelos de conducta que inspiren y motiven a sus colaboradores y fomentar un ambiente de trabajo ético para evitar la desmotivación y las conductas impropias. Si quieres saber más, no te pierdas la columna que publicaremos este martes 25 de abril de Luis Araya sobre esta temática.