¿Y si Ariadna no fuera solamente la compañera del gran dios Diónysos, sino una expresión de lo femenino, más allá del dicotómico e ideológico par hombre-mujer? ¿Y si Ariadna expresa la actualización de la vida, de los cuerpos, de lo real en sus distintas manifestaciones míticas, literarias, teatrales, cinéfilas, musicales, plásticas, filosóficas, filológicas?
Estas interrogantes se plantea el autor Ricardo Espinoza Lolas, académico de la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Valparaíso. Él explica que utiliza el término queer, basándose en Judith Butler, “para que todo el mundo se sienta incluido en lo humano, arriba hacia abajo, gordos, chicos, hombres, mujeres, lesbianas, gays, trans, todos encajan en lo queer porque significa como esos diferenciales que no se deja atrapar en categorías rígidas”.
Ariadna, mito griego, con sus diversas interpretaciones a lo largo de la historia, “muestra que lo femenino y lo humano es un juego como una danza, de un como ahora estamos conversando, tú eres una Ariadna, estamos este baile unos con otros para ir generando modos de éticos y políticos en medio de un mundo muy complejo, muy difícil, mortal, durísimo”.
El libro es un ensayo literario, muy cercano a Nietzsche, entre otros autores, “que a través del mito va jugando con el psicoanálisis, con el feminismo. Cuento el mito varias veces para que empiece a hacer todo ese juego y riqueza que significa el ser humano”, dijo Espinoza.