La investigación llevada a cabo por la Asociación Chilena de Seguridad (Achs) junto al Centro de encuestas y estudios longitudinales de la Pontificia Universidad Católica, concluye que 1 de cada 5 chilenos siente soledad mientras que el 14% tiene depresión. Fueron consultadas 2.365 personas mayores de 18 años en noviembre del 2022, y destacan por sobre todo los factores de estrés y salud mental.
El cuidado y promoción de la salud mental es clave para el desarrollo personal y para los trabajadores y trabajadoras en la empresa. Conversamos con Marcela Mandiola, investigadora de género y organizaciones en Minga y Rocío Mayol, investigadora principal del laboratorio de psiquiatría traslacional (Psiquislab). Te contamos las reflexiones principales de las expertas en torno a los resultados de la encuesta.
¿Qué podemos leer a primera vista de esta encuesta?
“A primera vista, la brecha entre hombres y mujeres en términos de salud mental, salvo en consumo de alcohol. Las mujeres reportan peores indicadores en todos los ítems”. Marcela señala la importancia de analizar los resultados con perspectiva de género y con un marco explicativo situado para ello. “Es muy preocupante que en los indicadores de vínculos con otros se evidencia una merma de la vinculación, un aumento del aislamiento social y una baja en el apoyo percibido”, agrega.
“Se mantienen los índices asociados a la soledad y depresión, el estudio señala que las enfermedades de salud mental han disminuido en un 5.4% en comparación con la primera encuesta realizada, esto último puede ser esa la explicación o la gente está consultando menos y normalizando más su estado de salud mental en problemas”, asegura Rocío.
¿De qué se hace cargo la encuesta?
”De indicadores muy gruesos y generales”, indica la investigadora de Minga. Por otro lado, la investigadora de Psiquislab profundiza: “se hace cargo de varias cosas, una es poder visibilizar la salud mental en tiempos de pandemia y luego cuando se ha estabilizado la realidad nacional, en este sentido muestra que los problemas de salud mental son independientes del contexto nacional”.
“Tiene importantes objetivos, reportar de manera periódica la situación de salud mental, medir su evolución en el tiempo y profundizar en los factores asociados. Ha logrado ser presentado en el senado, lo que es muy importante, porque la salud mental en Chile está bien descuidada”, confirma Rocío.
Para Mayol, la pandemia de COVID-19 provoca un fuerte aumento de los problemas de salud mental, en especial entre las personas jóvenes, desempleadas y quienes afrontan inseguridad financiera. “Según se afirma en un nuevo informe de la OCDE, los países deberán proporcionar apoyo adecuado a las personas afectadas y aumentar de manera urgente la inversión y la calidad de la atención para reducir los altos costos sociales y económicos de una salud mental disminuida”, añade. “La salud mental deficiente crea costos económicos equivalentes a más de 4.2% del PIB; algunos de ellos son los costos directos del tratamiento, pero más de un tercio se relacionan con menores tasas de empleo y de productividad. Según el informe, dichos costos pueden evitarse, por lo menos en parte (OCDE, 2021)”, cuenta.
Hay una brecha de necesidades de salud mental no cubiertas en Chile. Faltan centros de salud mental comunitarios, hospitales para infanto-adolescentes, hogares protegidos. Lo que esta encuesta pone en la mesa es un beneficio para las personas.
¿Qué conclusiones sacan de la encuesta?
“Me parece que nada de lo que miden es independiente del contexto nacional. En particular si el tema de la violencia/seguridad aparece como el principal estresor; lo mismo la supuesta baja en la sensación de estrés debido al aplacamiento de la discusión constituyente. Queda así en evidencia que los estresores elegidos para hacer el estudio son aquellos en los que inciden principalmente los medios de comunicación y la fragilidad de las redes sociales. Me parece grave considerar como ‘estilo de vida’ el consumo de alcohol problemático, el sedentarismo y el insomnio”, sentencia Marcela.
Hace poco se publica un artículo llamado Pandemia de COVID-19 y salud mental: Impacto en seguros de salud con acceso universal garantizado en Chile. “Los resultados sugieren que la demanda de salud mental aumentó durante la pandemia, pero los seguros de salud públicos y privados redujeron las admisiones al plan universal Ges para esquizofrenia, depresión y trastorno bipolar. Esto es muy importante porque se puede describir un problema, pero también hay que dar soluciones, es importante garantizar el acceso a la salud mental e invertir en ella”, formula Rocío.
“También se sabe que las licencias médicas son rechazadas por problemas de salud mental, entonces las personas no logran tener las condiciones para recuperarse, cronificando el problema. Finalmente, pienso que esta encuesta debe cruzarse con otros datos, por ejemplo, la encuesta nacional de salud. Tampoco evalúa ideación, planificación o intento de suicidio”, concluyó la investigadora de Psiquislab.