El capitalismo ha muerto… ¡Viva el capitalismo!

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Raj Sisodia recorre el mundo para salvar el capitalismo de sus peores demonios: la codicia, la avaricia, la desigualdad, la injusticia y de los psicópatas (o sociópatas como él los define). Es un humanista 1000% y un creyente del libre mercado sustentable y consciente.

Cree firmemente que es posible alcanzar una mejor versión del capitalismo y dejar en el pasado, jubilar, la fase ochentera y neoliberal. Dicta charlas en empresas, conversa con ejecutivos, enseña metodologías, escribe libros; y ya tiene un nutrido grupo de seguidores, incluso en esta larga y angosta faja de tierra, en los confines del mundo.

En nuestro país ya estuvo en Icare el año pasado. Poco impacto mediático; sus temas para el establishment son incómodos. Sólo el Diario Financiero le da más cobertura, pero dejando afuera la parte que dice “mejor no hablar de ciertas cosas”, como el salario, las utilidades, el modelo económico y las formas que sostienen el trabajo y que impactan en la calidad de vida.

Raj nació en India y pasó parte de su infancia en Barbados, California y Canadá. Fue educado como ingeniero eléctrico del Instituto de Tecnología y Ciencia Birla (Bits, Pilani). Obtuvo un MBA en marketing en el Instituto de Estudios de Gestión Jamnalal Bajaj en Mumbai, luego de lo cual obtuvo un PhD en marketing and business policy de Columbia University. Hasta 1998, fue director de programas ejecutivos y profesor asociado de marketing en la Universidad George Mason en Fairfax, Virginia. Ha asesorado y dictado programas ejecutivos para numerosas empresas, entre ellas AT & T, Nokia, LG, Dpdhl, Posco, Kraft Foods, Whole Foods Market, Tata, Siemens, Sprint, Volvo, IBM, Walmart, Rabobank, McDonalds y Southern California Edison.

Raj es un ciudadano estadounidense que reside en Lexington, Massachusetts. Ha publicado diez libros y más de 100 artículos académicos. Su trabajo ha aparecido en el periódico de Wall Street, The New York Times, Fortune, Financial Times, The Washington Post, The Boston Globe, Cnbc y muchos otros medios de comunicación.

A Raj le preguntamos sobre Chile. Destacó el modelo económico impulsado por los Chicago Boys en los setenta y los alabó, ya que en su opinión produjo prosperidad. La parte que no mencionó, o que desconoce, fue que se construyó sobre la base de sangre y fuego, en una de las dictaduras más sangrientas del continente; y el anunciado progreso fue para algunos a costa de empresas del Estado vendidas en cómodas cuotas y a precio de liquidación.

Sin embargo, coloca un punto: “Chile es un reflejo del antiguo modelo de capitalismo, el modelo de Milton Friedman. Que el negocio del negocio es el negocio, que el negocio sólo se trata de hacer dinero. Pienso que hay una evolución en los Estados Unidos a esta conciencia superior. Chile en muchas maneras aún está atascado en la antigua conciencia. Mucha gente aquí que son economistas fueron entrenados en los Estados Unidos por gente como Milton Friedman, muchos de los ministros financieros vienen de esa tradición. Eso se reduce en una estrecha forma de ver la economía que sólo se traduce en utilidades y ganancias aseguradas, y pienso que la respuesta para mí es que necesitamos al negocio para adoptar estos principios más profundos y ricos. Convertirnos en negocios conscientes”.

Su mirada está en línea directa con la necesidad de transformación de las empresas chilenas teniendo como eje las personas y al valor que le dan al negocio. Con la entrevista hecha por RH Management podrás conocer sus reflexiones sobre nuevos líderes, compromiso, brecha salarial, índice gini, desigualdad, utilidades, sustentabilidad, bienestar, entre otros temas.


Líderes conscientes

¿Qué se entiende por capitalismo consciente? ¿Qué ventajas tiene para las empresas y la sociedad?

-Capitalismo consciente es una filosofía alternativa de hacer negocios, intenta contestar cuatro interrogantes claves: por qué existimos, qué hacemos, quiénes somos y cómo operamos. Tradicionalmente el mundo de los negocios ha tenido una estrecha forma de pensar en la cual la única razón de hacer negocios es generar utilidades, asegurar ganancias. Creemos que existe un propósito más profundo, tal como cada ser humano debe tener un propósito en sus vidas, no sólo generar dinero. Por lo tanto cada negocio debe tener un fin conectado con algo que se necesita en el mundo.

En segundo lugar el mercado tradicional trata sobre generar dinero para sus inversionistas y creemos que el negocio se trata sobre crear valor para todas las partes interesadas. ¿Por qué todas estas partes están interesadas: consumidores, empleados, proveedores, comunidades, inversores,etc? Están todos conectados al negocio y todas esas relaciones tienen una gran relevancia para el éxito del mismo. Por lo tanto, si constantemente buscamos servir y crear valor para todos, eso de hecho, hará prosperar el negocio. Y en consecuencia también conducirá a mayores retornos para los inversionistas. Pero si sólo te enfocas en hacer dinero, terminas explotando a tus trabajadores, terminas exprimiendo a tus proveedores, imponiendo cargas a la sociedad, dañando el medio ambiente, etc. ¡Eso no es aceptable! Hay una mejor manera en las que concebimos a todas las partes interesadas de forma integral e intentamos crear un beneficio para todos ellos, en vez de exprimirlos.

El tercero es liderazgo. Los líderes conscientes se preocupan de la persona que involucra al negocio y se preocupan por el propósito. Para ellos no se trata sólo de poder, dinero y su propio ego, están motivados por servir. Hay líderes, que nosotros llamamos “líderes desinteresados”, porque no son egoístas, trascienden el yo.

Y el cuarto elemento es cultura, que se refiere a cómo trabajamos. La mayoría de los negocios operan con los niveles más altos de estrés y una tremenda cuota de temor. Y como resultado tenemos ataques cardiacos más recurrentes los lunes por la mañana. Hay una tremenda cantidad de sufrimiento que ocurre en el trabajo producto de las condiciones laborales y esto no es necesario. De hecho es muy dañino, ¡está matando personas! Podemos operar con una cultura de confianza, transparencia y preocuparnos de las personas como seres humanos.

La diferencia más importante entre un negocio consciente y uno tradicional es que el negocio consciente se forja desde la preocupación por las personas como seres humanos, se construye desde el amor. Y el negocio tradicional sólo nace desde el interés personal que se define muy limitadamente a cómo hacer dinero.

Así que juntos estos cuatro pilares crean una diferente manera mucho más consciente de existir en el mundo de los negocios y que, de hecho, conduce a un mayor éxito. Financieramente estas comunidades destacan a largo plazo, pero lo más importante es que no crean efectos negativos. Por lo tanto, las personas son más sanas, más felices, las comunidades son más sanas, prosperan, el medioambiente está protegido, la sociedad prospera. Todos importan y todos ganan cuando haces negocios con esta consciencia.


Las personas en el centro

¿Qué rol juegan los trabajadores y trabajadoras dentro del capitalismo consciente?

– Los trabajadores como los empleadores son extremadamente críticos. Si hablamos de las partes interesadas de un negocio. Yo diría que para la mayoría de las compañías conscientes los trabajadores son la parte interesada prioritaria. Alguien diría que los clientes son la prioridad pero en realidad son como dos alas de un ave, necesitas de ambas para volar. Pero los trabajadores son muy importantes porque son los que crean valor en las compañías. ¡Es realmente la gente que trabaja ahí! Y en un negocio tradicional la forma en la que operamos resulta en bajos niveles de compromiso, creatividad, innovación, motivación y pasión. Mundialmente, sólo el 15% de personas, están comprometidas con su trabajo lo que significa que un 85% de personas u odia su trabajo o no les importa, y cuando las personas odian su trabajo o no les importa, no pueden hacer un buen trabajo. Y en consecuencia esas compañías no pueden tener clientes felices, no pueden tener buenos productos, no tendrán buenos servicios, nada de eso ocurrirá. Así que todo comienza por los trabajadores. Y ellos no sólo deben ser respetados y tratados con dignidad sino que tienes que asegurarte de que sus necesidades estén satisfechas, que tienen un paga decente, buenos beneficios como atención de salud, etc. Asegurarse de que no sufran por todo el estrés en la vida de una persona. Debemos hacer todo lo posible para que las personas tengan una vida pacífica, feliz y disfrutable. Eso no sólo impactará en su trabajo, sino también en sus hijos, familia y futuro.

Por lo tanto, todo comienza en el trabajo. La manera que lideramos impacta en la manera que la gente vive y la manera que la gente vive impacta en sus hijos y en sus comunidades, por lo tanto los negocios tienen una gran responsabilidad de crear las condiciones en las que las personas sean felices, plenas y prosperen. Porque no están impactando sólo a las ganancias, están impactando a la sociedad y el futuro.

¿Usted plantea que los líderes son responsables de hacer la diferencia al interior de sus compañías? ¿Por qué?

-Sí. La gran responsabilidad de alcanzar mejores resultados en un negocio recae en los líderes. Los líderes deben crear las condiciones donde las personas puedan prosperar. ¿Cuándo ocurre eso? Primero deben crear un sentido de propósito. ¿Por qué este negocio es importante, por qué existimos? Luego deben atraer a las personas que estén interesadas por el mismo propósito y finalmente deben darle a esas personas mucha libertad y autonomía, además de la oportunidad de crecer en ese rol. Y cuando haces eso, te das cuenta que el negocio crea una variedad de valores de muchos tipos y la gente prospera y crece.

La gente es capaz de cosas extraordinarias. Hoy la gente común es extraordinaria. La evidencia muestra que la inteligencia humana está aumentando cada década en 3 o 4 por ciento. Por lo tanto, si miras a una persona común con un coeficiente intelectual promedio, 80 años atrás hubiese estado en el 2 por ciento más alto, el mismo individuo. Por lo tanto, las personas comunes son capaces de cosas extraordinarias. Los seres humanos son preocupados, inteligentes, cada vez más educados, conscientes; más lúcidos. Pero el problema es que la manera en que trabajamos es aún muy nociva. La semilla humana es muy poderosa, como la semilla de un árbol. Es tan importante que puede desarrollarse en algo increíble, pero el suelo que existe dentro de la organización es muy tóxico y eso es producto de la cultura. La falta de valores, la falta de propósito, demasiada administración y poco liderazgo. Entonces en ese ambiente la gente no puede prosperar, no puede entregar los talentos de los que son capaces. Nosotros decimos que las personas están bien, es el liderazgo el que está al debe.


El planeta en crisis

Diversos científicos señalan que el actual modelo de negocio y consumo hará sucumbir a la Tierra. Hoy el daño más grande al planeta se lo estamos provocando los seres humanos y su economía. ¿Cuál es la respuesta del capitalismo consciente? ¿La tiene?

– Por supuesto que hay una solución. Las compañías conscientes deben asumir su responsabilidad por todas las consecuencias de sus acciones. El negocio tradicional se preocupa sólo de hacer dinero y todo lo demás es un efecto colateral y ocurre que impactan en personas, comunidades, medio ambiente y cultura. Todo eso tiende a ser negativo cuando sólo te enfocas en hacer dinero, y nosotros, además, lo externalizamos. Se le llama “externalidad” porque no tenemos que preocuparnos de eso ni en nuestro estado de resultados ni en nuestro balance general.

El hecho es que no existen los efectos colaterales. Hacemos cosas y resultan todos estos efectos y todos importan, y algunos importan mucho más que el dinero que hiciste. Porque estamos haciéndole daño, como tu dijiste, al medioambiente, estamos haciendo daño a las almas de las personas, estamos haciendo daño a los corazones de las gente y la gente está muriendo joven y el medioambiente está siendo devastado. Es posible hacer negocios de una manera en que simultáneamente no sólo no hagas daño sino que además mejores el medioambiente. Hay muchas comunidades conscientes que lo están haciendo. Existe una compañía de acero en Corea llamada Posco que luego de treinta años la calidad del aire y del agua es mejor que cuando comenzaron. Ellos plantaron dos millones de árboles al interior de la planta de acero. Por lo tanto, es posible que si tu tienes la intención, la creatividad humana no tiene límites. Los recursos son limitados pero la creatividad humana no tiene límites. Si le presentas a la gente el desafío de crear un producto que no genere ningún daño los seres humanos son capaces de llegar con soluciones casi milagrosas. Pero eso sólo ocurre si tienen un sentido del propósito, tienen un sentido del respeto y dignidad para luego darles la oportunidad de crear estas cosas extraordinarias. Tenemos una gran cantidad de ejemplos de compañías. En la Patagonia hay una increíble compañía. Hay un banco en Holanda llamado Triodos, incluso si miras a Walmart. Cuando ellos se comenzaron a enfocar en sustentabilidad, cuando dijeron “queremos cero vertederos, no queremos poner nada más en vertederos, vamos a cambiar nuestra iluminación, vamos a cambiar nuestros camiones”. Sólo el tener la intención ya ha hecho una gran diferencia en sus operaciones y en otras compañías también está ocurriendo. Por lo tanto esto es muy común. Si quieres hacer algo y eres apasionado por ello, podrás lograrlo, es posible. Ya existe la evidencia, por lo tanto sabemos que es posible.


Desigual distribución de la riqueza

La ONG británica Oxfam aseguró que 82 por cierto del dinero que se generó en el mundo en 2017 fue al 1 por ciento más rico de la población global. ¿Cómo podemos sostener un capitalismo consciente frente a estos niveles de desigualdad, e inconsciencia, en la distribución de la riqueza?

-Si, este es un asunto muy relevante. Hay dos grandes problemas en el mundo: la desigual distribución de la libertad y también una desigual distribución de la riqueza. La libertad conduce a la creación de riqueza, esto es lo que Adam Smith descubrió, esta es la gran revelación. La libertad conduce a la prosperidad. Pero luego la conciencia con la que operas puede conducir a una concentración de esa prosperidad para sólo algunos y esto es lo que ha sucedido en el capitalismo tradicional. Durante los últimos 30 años el salario de los trabajadores aumento básicamente cero y el salario de los CEO creció un 930%, en los Estados Unidos. Y la misma historia es así en muchos países. Así que las compañías están operando de una manera en que exprimen a los trabajadores para pagarles lo menos posible, exprimiendo, además, a sus proveedores. Están creando cargas a la sociedad con una serie de efectos colaterales y están tratando de quedarse con todo el beneficio para ellos mismos. Esta es una tendencia muy dañina y peligrosa porque si algo así continúa, así es como ocurren las revoluciones. Así es como el capitalismo puede ser destruido. Ahora en las compañías conscientes el escenario es completamente diferente. Las compañías conscientes intentan pagar a sus personas en el frente, a los de más baja paga. Intentan pagarle mucho más comparados con otras, en la industria. Uno de nuestros Ceos dice “págale a tus empleados lo más posible”. El se está refiriendo a la gente que trabaja a nivel operativo. Por lo tanto las personas que trabajan a nivel operativo ganan más que el promedio, a veces el doble que el promedio de la industria. Pero a la gente en la cima se les paga menos por lo tanto hay una proporción. Whole Food, un buen ejemplo de una compañía consciente, la proporción es de noventa a uno. Nadie puede ganar más de 90 veces el salario promedio. En una típica empresa pública la proporción es de 400 a 1. Y solía ser 500 a 1, en Walmart es tal vez 12.000 a 1. Pero en estas compañías (conscientes) la base es mayor y la cima es menor. ¿Correcto?

Y también la posibilidad de comprar acciones. Lo que genera la riqueza es la acción, no tanto el salario. Y en estas compañías la posibilidad de comprar acciones es entregada a todos los trabajadores no sólo a los primeros cinco ejecutivos de más alta posición. Lo que es muy común. Por lo tanto como una compañía consciente ya están abordando este problema: Pagándole bien a la gente, dándole buenos beneficios, entregándoles acciones a empleados comunes y por lo tanto haciendo eso, están abordando este problema de inequidad al interior de sus compañías. Y si tenemos más y más compañías de ese tipo luego ocurrirá también en un nivel social. Pero es un desafío muy importante, un gran problema. Porque sé que tenemos personas que son líderes de estas grandes compañías que en su conciencia todo se trata sobre maximizar ingresos y retener todo lo que puedan para ellos mismos y ese tipo de conciencia es muy perjudicial, muy dañina al bienestar de la humanidad. Por lo tanto necesitamos líderes con una diferente conciencia y ese es un gran desafío. Cómo designar a líderes conscientes que no están preocupados sólo de su propio poder. Y su propio bienestar. Sino que de entregarle a las personas una mejor calidad de vida.

¿Esa sería la solución?

-Prácticamente lo es. Está cambiando el corazón y la mente de los líderes, despertando a los líderes a su propia conciencia más profunda de por qué son líderes. Hemos operado en el pasado, como Mohamed El-Erian decía: Actuamos como si el dinero fuera el único juego en la ciudad. Hay otras cosas que importan.

¿Cómo crear conciencia en esos casos?

-¿Cómo creamos conciencia? Ese es uno de los grandes desafíos. De hecho hicimos un taller en Austin que trataba sobre el despertar de la conciencia. El asunto es que el líder debe estar abierto y tener la voluntad para explorar esto. Ahora, el problema es que hay sistemas corporativos que existen hace décadas o siglos. Que han promovido que las personas sólo se preocupen de los números y el rendimiento, en el resultado final. Por lo tanto tendemos a contar con una persona muy estrecha de mente, casi sociópata. Hay un alto porcentaje de sociópatas en el liderazgo. Lo que significa que no se preocupan por los demás, no tienen empatía, no tienen compasión. Sólo ven a las personas como un medio para lograr su propio éxito. Y desafortunadamente esos son los tipos de personas que hemos estado premiando. Por lo tanto, los directorios en las compañías deben buscar líderes que se preocupen primero por la persona, que tengan una perspectiva a largo plazo, que no están ahí por su propio ego, su propia codicia. Necesitamos líderes serviles. Así que pienso que más que cambiar al líder que se encuentra en su posición se trata en realidad de traer un nuevo líder. Porque algunos de estos líderes no cambiarán, ellos ya están programados. Ya no pueden cambiar, ya no son capaces de cambiar. Esa es su psicología. Pero poner un nuevo líder puede hacer una gran diferencia. Por lo tanto debemos promover y ascender seres humanos conscientes para convertirse en líderes y una vez convertido en líder hará todo eso. Todas estas cosas vendrán naturalmente.

Usted dijo que hay cuatro estadios para el capitalismo consciente. ¿Cuáles son las principales acciones para alcanzar ese capitalismo consciente?

-Hay cuatro pilares: propósito, integración de las partes interesadas, líderes y cultura consciente. Tenemos un nuevo libro de hecho que se publicó hace dos semanas, se llama “Capitalismo consciente: guía en terreno. Herramientas para transformar tu organización”. Por lo tanto comienza con propósito. Siendo un negocio, ¿cómo descubres cuál debe ser tu propósito, más allá de hacer dinero? Así que tenemos en el libro cuatro capítulos que enseña a encontrar tu propósito. Cómo articularlo, cómo hacerlo real, cómo lograr que todos compartan ese propósito y hacer la diferencia. Luego cómo entender a tus partes interesadas en profundidad y cómo creas valor para todos ellos. Más de lo que hemos hecho en el pasado. Cómo cultivas tu liderazgo, cómo desarrollas tus líderes, a quién seleccionas como líder. El libro considera todo eso. Y luego cómo miras tu cultura y entiendes cuál es tu cultura hoy y donde debería estar. Hay herramientas. Es un viaje, como una ruta. Debes comenzar esa ruta para lograr la transformación.


Salarios e índice gini

¿Qué le recomendaría a las compañías para mejorar sus salarios, mirando las desigualdades que se manifiestan, por ejemplo, a través del índice de Gini?

-Las compañías deberían tener su propio índice de gini para indicar cuál es la proporción entre la renta más alta y la más baja; y así deberían buscar reducirla. Y reducirla aumentando desde abajo y rebajando desde arriba. De este modo, internamente las compañías pueden crear una economía más justa, más transparente, más igualitaria. Busca pagarle a tus trabajadores de primera línea, ¿entiende cuánto sufrimiento hay? Cuando les pagas tan poco apenas pueden alimentar a sus hijos, no pueden acceder a una casa apropiada, siempre están preocupados por el dinero, no pueden ser tan efectivos como empleados. Así que preocúpate por las personas.

¿Pero tal vez ellos no conocen su realidad y por lo tanto no pueden sentir su dolor?

-Entonces lo primero es abrir tu corazón y tu mente a las personas para entender sus vidas. Escucha compasivamente a las personas. Porque como dice la expresión: lo verás cuando lo creas. Si crees que hay sufrimiento en tu gente encontrarás ejemplos. ¡Y hay mucho sufrimiento! Y ese sufrimiento no debería ser aceptable. Uno de los Ceos que entrevistamos cuando descubrió que una de sus trabajadoras trabajaba full time y era indigente con dos niños a su cargo viviendo en un auto porque su ex esposo dejó de pagar la pensión alimenticia. Así que fueron echados de su departamento y por una semana ella no pidió ayuda. Y una asistente la llamo y ella dijo: “me sentía avergonzada”. Necesitamos empatía. Líderes, si ustedes tienen a una persona indigente trabajando o pasando un mal momento, que no pueda hacerse cargo de sus hijos, tienes una responsabilidad. Deberías sentir un profundo sentimiento de pudor. Necesitamos empatía en los líderes de nuestras compañías. Porque la otra opción es no querer ver, cerrar los ojos. “Haz tu trabajo trabajo y vete a casa, no me cuentes sobre tus problemas”. Eso no está bien. Tenemos que preocuparnos por todos los seres humanos.

¿Qué opina del concepto “recursos humanos”?

-El lenguaje importa. En los negocios usamos todo tipo de lenguaje que deshumaniza o es militarizado. En los negocios la manera en como organizamos y cómo dirigimos, todo viene desde el ejército: control de comando, jerarquía, estrategia, tácticas, operaciones, primera línea, cuartel general, etc. Todo ese lenguaje viene de la milicia y aún usamos muchos de esos conceptos. Pero los negocios no son una guerra. El negocio consiste en preocuparse de las personas, el negocio es servir a la gente, no es tratar de destruir y capturar. Los seres humanos no son un recurso. ¿Qué es un recurso? Es como un pedazo de carbón. ¿Qué ocurre cuando utilizas un recurso? Se vuelve cada vez más pequeño. Se quema y luego se esfuma. Ahora si tratamos a las personas como un recurso, se convierte en un recurso: se consumen, quedan exhaustos, se estresan, se mueren. Los seres humanos son la fuente, no el recurso. ¿Qué significa ser una fuente? Significa que estás continuamente creciendo y generando. Te vuelves más sabio, inteligente y más consciente y para eso los seres humanos son capaces: volverse más y más fuertes en el tiempo. Los seres humanos son la fuente, desde ahí nace todo. Todas las ideas, todas las innovaciones, toda la tecnología viene de ahí. Los seres humanos son la fuente más poderosa de energía renovable que este planeta ha tenido pero sólo se manifiesta si los ves como una fuente, si le ofreces respeto y dignidad, les das un propósito. Luego las personas comunes serán capaces de cosas extraordinarias. Por lo tanto una de las cosas que le digo a las personas es que descarten el concepto “recursos humanos”. Llámense “departamento de personas”, ese es el departamento más importante de una compañía. Porque todo se trata de las personas

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